Como habrás notado
al leer la información zoológica de los 54 animales que componen este juego, hay algunos en peligro de extinción y otros seriamente amenazados debido a dos causas principales: la disminución de sus territorios y los efectos de la contaminación sobre su entorno natural. Ambos efectos del superpredador humano.
Nosotros somos su peor amenaza, pero también tenemos la capacidad potencial de convertirnos en sus protectores asumiendo nuestra responsabilidad y utilizando el poder de nuestro fantástico ingenio para revertir el daño que ya hemos ocasionado. .
Convirtámonos en voluntarios o en patrocinadores
de organismos o movimientos de trayectoria y honradez comprobadas.
Elijamos aquellos que estén haciendo lo posible por comprar tierras para los animales o para hacer que se sus territorios se declaren reservas protegidas y parques naturales; y toda clase de proyectos que aúnen la conservación del medio ambiente con la protección de los derechos de los animales.
Con las regalías anticipadas de este Juego de los Animales de Poder que me otorgó Ediciones Obelisco, he apadrinado 4 hectáreas de selva amazónica donde habitan animales en peligro de extinción, a través de la Reserva Ecológica de Chontachaca en la Biósfera del Manu, en Perú.
Al comprar este juego, indirectamente tú también has comenzando a dar una aportación económica ya que, además del apadrinamiento, un porcentaje del precio que te costó llegará a manos de WWF Adena.
ACTUAR EN FAVOR DE LOS ANIMALES
ES ACTUAR
EN FAVOR DE NOSOTROS MISMOS
"La mejor prueba de la importancia que tiene cada especie para el planeta es lo ocurrido con las ballenas azules en el siglo XX. De las 300,000 que había quedaron sólo 350 tras las sucesivas matanzas y, en contra de lo previsto,, ello conllevó una caída del placton del que se alimentaban (el krill). Según el científico indio Victor Smetacek, porque ellas eran las que reciclaban el hierro y lo convertían en fertilizante, lo que hacía que el krill de reprodujese y capturara CO2 de la atmósfera terrestre.
Sin ballenas el krill entró en crisis y por ello Smetacek defiende ahora que hay que 'curar la anemia' del océano Antártico fertilizándolo con hierro, para recuperar ese placton y, de paso, las ballenas. Si se siembran grandes áreas con sulfato de hierro, asegura que, al final, este océano podría absorber hasta un millón de toneladas de CO2 ayudando a paliar el cambio climático."
Rosa M. Tristán:
"El Ártico se calienta dos veces más rápido que el resto del planeta"
El Mundo, 11 de octubre del 2006